10 de mayo de 2009

Movimiento

Parte 4



-¿Estas? Preguntó Claudia después de pedir que se manifestara y no haya habido respuesta. Y esta vez no fue Luís ni ningún otro quien se manifestó, esta ves la copa se movió y fue hasta el SI.
Levanté la mirada, que hasta ese segundo había estado enfocada en la copa y nuestros dedos y observé las caras, las expresiones de mis compañeros de juego y volví a centrarme en él.

Es difícil describirlo pero cuando recibís la primera señal de que lo que estabas buscando está ahí, se te viene al cuerpo una emoción extraña, un escalofrío y un fuerte deseo de saber más y contradictoriamente una sentimiento de no saber como encarar la situación.

- ¿Sos mujer? preguntó Soledad.

Y la copa fue sorpresivamente hasta el NO. Claro, los cuatro esperábamos que la madre de la del sexto incinerada se manifieste.

¿Cuantos años tenes? dije yo.

- Ya no tengo edad.

No entendía a que se refería, pero después sospeché entender su ¨logica¨ así que retome una pregunta mas concreta:

-¿A que edad te moriste?

Y fue hasta el 2 y luego hasta el 8.

- ¿Fue una enfermedad?

NO.

-¿Entonces? reclamé.

Y lentamente formó la palabra ACCIDENTE.

- ¿Como es tu mundo? dijo Luís, que había estado en silencio todo este tiempo.

- Jodido.

(Dentro mío pensé -Acá también)

-Contanos algo más de ¨tu mundo¨, dijo Clau.

-No quiero.

- ¿Como te sentís? (Clau de nuevo)

- Triste y angustiado.



Y si, si yo estuviese en su lugar también me sentiría así por haber muerto accidentalmente.
Nose porqué, después de que haya dicho como se sentía nos pausamos un minuto todos, nadie preguntó nada, hasta que Soledad retomó y preguntó algo mas o menos así.

- ¿Sabes algo de la mujer de la urna?

- No se.

- ¿Estas solo? pregunté.

- Aveces.

La emoción que genera preguntar y que te contesten te lleva a olvidar preguntas. Si, preguntas tan básicas como la que hizo Luís:

-¿Como te llamas?

- No importa.

Evidentemente, denotaba cierta simpleza y tacañería al contestar que te dejaba con ganas de más, así que redoblé la apuesta:

- ¿Podrías darnos una señal?

Y la copa quedó estática, simplemente dejó de moverse. Inclusive repetí el pedido pero no hubo respuesta. Ya nos mirábamos los cuatro asumiendo que el espíritu simplemente se había ido pero dos minutos después se hizo escuchar con un golpe que se produjo a unos pasos nuestros.
No lo podíamos creer, era imposible que alguno de los cuatro hubiese generado ese ruido intencionalmente, además porque el mismo procedía de un poco mas adelante desde donde las velas no lograban iluminar.
Estuvimos todos de acuerdo en que el ruido fue como si alguien golpeará algo enrejado y efectivamente eso había en el subsuelo, muchas rejas.
Lo pocas palabras que salían de nosotros eran las esperadas, es decir, ¡no boludo, dejame de joder! ¡que flash! ¡esto es increíble!

Honestamente y no es para menos, el ruido nos descolocó un poco y tardamos algunos minutitos en retomar.
De este personaje sabíamos que tenía 28 años cuando murió, y que fue por accidente y que además era hombre.

Y obviamente seguimos preguntando...






(despues sigo, el deber me llama)

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