27 de mayo de 2009

Domingo Angustioso

parte 6



El domingo me desperté con un nudo en la boca del estomago y apenas pude tragar el café que me tomaba. No entendía bien pero la sensación no era la de un mal estar estomacal producto de la ingesta de alcohol ni nada por el estilo; era ese nudo en el estomago que se te hace cuando tenes que enfrentar alguna situación que te provoca estres o nervios, como cuando estas por rendir un examen. Pero esto venía acompañado de una tristeza pero lo puedo definir mejor como angustia, con un nombre que resonaba en mi cabeza todo el tiempo, y era el de Luís.

No había hablado con él desde ese sábado a la madrugada que jugamos a la copa en el sótano pero lo ultimo que sabía es que se iban a la casa de nose quien con Claudia a pasar el fin de semana. Le mandé un mensaje de texto que decía ¨Hola, como va todo? llamame cuado puedas¨ pero no respondía; igualmente no era motivo para preocuparse, siendo que siempre se lo olvida y además su pareja no tenía celu porque lo había perdido hace poco (para mi se lo robaron pero bueno).

Llegó la noche, Soledad y yo nos acostamos a dormir, yo estaba muy cansado, triste y angustiado.
Estaba todo a oscuras, la puerta entornada y hablabamos entre nosotros levemente estando próximo a dormirnos y de repente la puerta se abre despacio. Automaticamente creí que era mi perra que aveces viene a joder, pero nadie entró; pensamos que fue el viento pero no teníamos ganas de levantarnos a cerrarla y seguimos hablando como si nada hasta que pasó medio minuto y Soledad hace silencio abruptamente y me dice:

- Agustín ¿que es eso? prendé la luz boludo, prendé la luz....

- ¿Queeee? prendela vos que la tenes mas cerca. Le dije.

Mientras decía eso, sentí un escalofrío horrendo, porque algo venía como hacia nosotros;
era una sombra que a pesar de ser negra podía verse en lo oscuro de la habitación, lo cual fue muy extraño y además la vimos los dos al mismo tiempo.
Luego se desvaneció en el acto, desapareció en la mismísima oscuridad y cuando por fin el cuarto estaba iluminado, nos levantamos de la cama un poco nerviosos sin hacer ruidos para no despertar a mi mamá así que nos tomamos un café con leche mientras ella me decía que no tendríamos que haber jugado y que esto era producto de lo de abajo.

Yo pensé que exageraba y le dije que se calmara, pero no mucho tiempo después sonó el teléfono y era el llamado que estaba esperando, Luis.

Yo: Hola, que haces Luis?
El: Bien, te desperté?
Yo: No,no para nada, recibiste mi mensaje? quería hablar con vos.
El: No,no recibí nada tuyo pero estuve pensando casi todo el día en vos pero llegué hecho mierda y no te llamé, hace un rato que Claudia y yo nos despavilamosy quería contarte porqué.
Yo: Ya se, no me lo digas, viste sombras en tu casa o algo similar?
El : ¿Como carajo sabes? preguntó muy sorprendido.
Yo: Nosotros también nos desvelamos por eso.

Y ahí contamos como fue, la única diferencia es que él la había visto por la cocina cuando se había levantado a tomar agua (Clauida no vio nada).
También sin que yo le detallara nada agregó que se sentía un poco preocupado; eran una gran coincidencia y al parecer todo estaba relacionado, como bien decía Soledad, quien no pegó un ojo hasta que amaneció, mientras que yo me había dormido una hora y media antes; eso si, con la luz prendida.

Pasé un domingo triste y angustiado asi que me sentí igual que Mariano, el espíritu del subsuelo, ¿se acuerdan?

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